DIÁLOGOS DE CRIANZA INTENCIONAL
No hay juicios. Hay espacios
Bienvenidos a «Diálogos de Crianza Intencional», un podcast dedicado a la crianza consciente y a la promoción de relaciones saludables y significativas entre padres e hijos. Donde ningún padre es ejemplo, pero todos somos ejemplos de algo. A lo largo de los episodios, compartiremos historias, estrategias y perspectivas de padres de todo el mundo mientras exploramos temas como la conexión emocional, la crianza sin castigos, la disciplina positiva, como dar ejemplo y mucho más. Nuestra intención es inspirar, iluminar y encender ideas a través de conversaciones compartidas con otros padres que están en el mismo viaje de crianza. Si estás buscando un espacio seguro y respetuoso para reflexionar y aprender sobre cómo ser un mejor padre para tus hijos, entonces este es tu lugar. Únete a nosotros en esta aventura de crianza consciente y descubre cómo puedes ser el mejor padre posible para tus hijos mientras construyes relaciones duraderas y significativas. ¡Nos vemos en el próximo episodio de «Diálogos de Crianza Intencional»!.
Si se puede contar, se puede hacer
Distorsión de la realidad
Durante la etapa de desarrollo de mi hijo, cada expresión que escucha y cada indicación que recibe despiertan una curiosidad inagotable: el famoso y, a veces, irritable constante “¿por qué?”. Esta fase de aprendizaje e imitación es fundamental en su crecimiento, donde absorbe no solo palabras, sino también expresiones, actitudes y comportamientos. En este contexto, considero que cobra vital importancia lo que escucha, lo que ve y las explicaciones que recibe, especialmente de sus padres. Cada interacción, cada palabra, contribuye a moldear su comprensión del mundo y a definir su propio lenguaje y percepción de la realidad. Soy consciente de esta creencia; esta es otra de las tantas premisas identificadas y que son menospreciadas y poco valoradas por la persona equivocada: la que debería cuestionar y no normalizar cualquier comportamiento o creencias dañinas, la madre de mi hijo. Esto me produce un sentimiento que será explicado en las siguientes entradas, con la idea principal de “cuando alguien se convierte en todo lo que no quieres ser”. Comprender que no hay nada malo en mí por tener este tipo de sentimientos y sensaciones fue fundamental para mi bienestar.
Solo estoy recordando y esperando
Avanzar sin mirar atrás puede ser apreciado y admirado como un signo de fortaleza en los hombres; sin embargo, al evitar las emociones reales, es posible que estas se acumulen bajo la superficie y terminen “enquistándose”. A veces, simplemente necesitamos dejar salir nuestras tristezas en un breve periodo de tiempo. Yo, por ejemplo, casi todos los días de Navidad, al final del día, me encuentro con alguna lágrima bajando por la mejilla. Este acto de liberación me permite desahogar las emociones y el sentimentalismo que se acumulan durante diciembre. Anhelo las Navidades familiares que vivía de pequeño, en casa de la abuela. El acto de llorar se siente liberador y me prepara para recibir el nuevo año con renovada energía y sin convertirme en una víctima. Si te encuentras en una situación similar, te sugiero que tomes una hoja de papel y escribas una lista de las cosas que extrañas desesperadamente de tiempos pasados. Llorar si lo necesitas y te sientes triste está bien; no hay nada de malo en permitirte ese momento. Podrías guardar la carta en una caja de recuerdos o cajón para revisarla en el futuro, o quizás tus hijos la encuentren y la lean algún día por sorpresa.
Tiempo de lectura: 6 minutos
La crianza de los hijos, cuando se aborda con dedicación y consciencia, es una tarea extremadamente desafiante, y para aquellos de nosotros que somos introvertidos, a veces puede resultar realmente abrumadora. Las pequeñas personitas, como es mi hijo, demandan atención de manera constante, lo cual, sumado a las situaciones sociales y exigencias de pareja, junto con el constante flujo de ruido que contiene el día a día, crea un entorno donde encontrar momentos de tranquilidad se convierte en un auténtico desafío. Como decía Charles Bukowski: “La gente me vacía. Tengo que alejarme para recargar”. Introvertido o no, un buen padre es autoconciente. Es necesario un poco de examen de conciencia y algún intento y error, pero cuanto más aprendemos sobre nosotros mismos, menos tenemos que luchar contra las expectativas artificiales sobre lo que debe ser la paternidad. Aprovecha y haz bien. Es bueno para mí conocer mis límites, qué hago bien, cuándo necesito de espacio y dónde necesito mejorar. De esa forma, se pueden marcar límites saludables. Eso no es egoísmo, es el primer paso para ser buenos padres.
Tiempo de lectura: 4 minutos
A veces, de manera inadvertida, nos convertimos en los antagonistas de la historia, adoptamos el papel del “lobo”. En estos momentos, es crucial practicar una perspectiva cambiante. Nos convertimos en el gran lobo malo cuando expresamos algo con buena razón, decimos la verdad en voz alta o actuamos según nuestros valores. Nos convertimos en el lobo malo al interferir en las vidas de los demás y al no cumplir con lo que se suponía que debíamos hacer. Caer en la trampa de clasificar a quienes nos rodean como buenos o malos es peligroso, una trampa en la que caemos con tanta frecuencia que apenas nos damos cuenta. En una situación familiar, la madre insiste en que el niño se bañe con ella como parte de la rutina. Cuando el niño expresa el deseo de bañarse con el padre, este se encuentra entre cumplir las expectativas de la madre o apoyar al niño. Si el padre no cede ante las expectativas de la madre, será percibido como el “lobo” que interfiere en sus deseos, aunque solo intenta manejar las preferencias del niño de manera respetuosa. A menudo actuamos de acuerdo con nuestras construcciones internas sobre lo que esperamos de los demás. Ya hemos establecido lo que consideramos apropiado y respetable, lo que entendemos como nobleza o bondad. Entonces, cuando solo una parte de estas expectativas no se cumple, no dudamos en calificar a esa persona como desconsiderada, tóxica, manipuladora o incluso malvada.
Tiempo de lectura: 5 minutos
Independientemente de si nos encontramos en la Tierra o en el mundo distópico de Pandora creado por el director James Cameron, la experiencia de la paternidad siempre está llena de lecciones y desafíos diarios. Jake Sully, uno de los protagonistas de “Avatar: El sentido del agua”, comprende esto muy bien. Este imponente ser de piel azul también sabe que no es necesario tener un vínculo genético para desempeñar el papel de padre. En “Avatar 2”, Sully desempeña múltiples roles: es el líder del clan Omaticaya, el esposo de Neytiri, pero, sobre todo, es el padre biológico de Neteyam, Lo’ak y Tiri. Además, es el padre adoptivo de Kiri, quien nació del avatar inerte de una científica humana, y de Spider, un joven humano que creció en medio de los Na’vi. Los cinco atraviesan la complicada etapa de transición de la infancia a la adolescencia. En esta etapa de sus vidas, todos ellos enfrentan los desafíos propios del crecimiento y la búsqueda de su identidad. Sully se encuentra en un viaje constante de aprendizaje como padre, tratando de guiar y proteger a sus hijos en medio de un mundo lleno de peligros y conflictos. Aunque la paternidad puede ser un desafío, Sully muestra su dedicación y amor hacia sus hijos, sin importar su origen o especie.
Tiempo de lectura: 8 minutos
En esta entrada dejo la transcripción del primer episodio del pódcast “Diálogos de Crianza Intencional”. Buenas a todos y bienvenidos al pódcast “Diálogos de Crianza Intencional”. Estoy bastante nervioso y emocionado de estar aquí grabando mi voz por primera vez. No creo que haya nada que me saque de mi zona de confort como este momento, así que para mí es todo un reto en este camino del desarrollo personal. Por fin he perdido el miedo y me enfrento a esto. Es increíble, como detrás de cada persona, en silencio, se libran miles de batallas. Aclarado esto, me gustaría decir que yo he venido aquí a sincerarme, a hablar abiertamente de los sentimientos y emociones que me ha producido la paternidad. Ningún padre es ejemplo de nada, pero todos somos ejemplo de algo. Yo quiero compartir un puñado de pensamientos y experiencias sobre la paternidad, por si alguien pueda encontrar algo de valor en lo que tengo que decir. Además, y sobre todo, espero que en el futuro, mi hijo pueda oírlo y entender un poco más sobre su papá y lo que para mí significaba su crianza.
He diseñado una serie de preguntas que me gustaría que todo padre se las planteara alguna vez. Y que mejor, que haciéndolo yo primero. Espero que disfruten del contenido.