
El miedo más profundo de los padres
Amor propio y reflexión propia
La mayoría de padres y personas en general han leído o escuchado la famosa cita del “miedo más profundo” de Marianne Williamson. No es necesario estar de acuerdo con su política o activismo para disfrutar de las opiniones, artículos o libros de una persona, en este caso, de Marianne Williamson. Aún así, Williamson merece crédito por este impresionante pasaje de su exitoso libro de autoayuda, Volver al amor. Sus palabras merecen ser leídas por la humanidad en general, pero especialmente por los padres, ya que ofrecen una oportunidad para mejorar y crecer tanto personal como espiritualmente en el proceso de crianza con nuestros hijos. Esta cita ha sido utilizada por muchos oradores y líderes desde 1992. No es de extrañar que la gente decida repetir esta cita una y otra vez en sus discursos, ya que es un pasaje poderoso, conmovedor e inspirador, hecho a medida para recordarte que debes ser tu mejor versión. Es posible que hayas leído esta cita antes y hayas sentido algo moverse dentro de ti, pero ¿te tomaste el tiempo para pensar por qué te impactó? Las palabras de Williamson tienen mucho significado, más de lo que la mayoría de la gente cree. Comprendo el valor del tiempo y las demandas del día a día, pero sinceramente, tómate el tiempo necesario para estudiarlas más a fondo
Si no conoces la cita del “miedo más profundo”, aquí la tienes:
Nuestro miedo más profundo no es el de ser inapropiados.
Nuestro miedo más profundo es el de ser poderosos más allá de toda medida.
Es nuestra luz, no nuestra oscuridad
Lo que nos asusta.
Nos preguntamos:
¿Quién soy yo para ser brillante, precioso, talentoso y fabuloso?
Más bien, la pregunta es: ¿Quién eres tú para no serlo?
Eres un hijo de Dios.
Jugar a ser pequeño
No sirve al mundo
No hay nada iluminador en encogerte
Para que otras personas cerca de ti no se sientan inseguras.
Todos estamos hechos para brillar
Como brillan los niños.
Nacemos para poner de manifiesto
La gloria de Dios, que está dentro de nosotros,
No solamente en algunos, Sino en todos y cada uno de nosotros.
Y si dejamos lucir nuestra propia luz,
Inconscientemente damos permiso a otras personas para hacer lo mismo.
Y al liberarnos de nuestro miedo,
Nuestra presencia automáticamente libera a los demás
Ahora, analicemos algunas de las oraciones, para que pueda ayudarte a que la cita te motive e inspire a un nivel más profundo.
- Nuestro miedo más profundo no es el de ser inapropiados. Nuestro miedo más profundo es el de ser poderosos más allá de toda medida.
Las dos primeras frases de la cita, cuando se leen juntas, ofrecen una reflexión profunda para los padres. Indican que a menudo tememos nuestro propio potencial y la influencia que tenemos sobre nuestros hijos más que cualquier percepción de incompetencia o insuficiencia en nuestra labor como padres. Es común escuchar a los padres expresar dudas sobre su capacidad para criar a sus hijos, temiendo ser descubiertos como inadecuados en su crianza. Sin embargo, ¿qué pasaría si esa sensación de inadecuación fuera solo una ilusión? ¿Y si en realidad somos más que adecuados? Este miedo surge porque enfrentarnos a nuestro propio poder y potencial nos obliga a cuestionar nuestras elecciones y acciones pasadas, así como el impacto que podemos tener en el presente y en el futuro. El reconocimiento de nuestra magnificencia y poder puede generar temor sobre cómo utilizaremos ese poder, ya sea para el bien o para el mal. Sin embargo, es importante darse cuenta de que ya estamos utilizando nuestro poder de manera constante, a menudo sin ser conscientes de ello. Como padres, hemos creado nuestras vidas y podemos seguir creando algo nuevo para nosotros y para nuestros hijos. Reconocer y abrazar este poder nos permite ser los padres que sabemos que podemos ser y ejercer una influencia positiva en la vida de nuestros hijos.
- Es nuestra luz, no nuestra oscuridad, lo que más nos asusta.
Como padre, eres mucho más que una figura física que guía y cuida a tus hijos. Eres un ser espiritual que vive una experiencia humana, con una chispa divina dentro de ti que irradia pura bondad. Esta luz interior, tu alma, es lo más auténtico y valioso que posees. Deberías esforzarte por ser un creador inspirado en la crianza de tus hijos. Es común que los padres sientan temor al mostrar su verdadera esencia, incluso ante sí mismos. Puede que te preocupes por lo que pensarán los demás si revelas tu parte espiritual y auténtica. ¿Te has detenido a considerar cómo sería criar a tus hijos desde esa conexión profunda con tu inocencia, bondad y pureza interior? ¿Qué sería posible si dejaras de temer el impacto de dejar brillar esa luz? A menudo, nos preocupamos por ocultar nuestras debilidades y mostrar solo nuestra fortaleza a nuestros hijos y a los demás. Pero en realidad, lo que ocultamos es nuestra propia luz y autenticidad. Como resultado, no nos mostramos plenamente como padres. ¿Por qué sentimos tanto miedo de reconocer y compartir nuestra luz con nuestros hijos y el mundo que los rodea?
- Nos preguntamos: ¿Quién soy yo para ser brillante, precioso, talentoso y fabuloso?
Viniste a este mundo totalmente digno y merecedor, pero a lo largo de tu vida permitiste que otros, y quizás incluso tus propias dudas, te dijeran lo contrario. Tal vez interpretaste tus experiencias como señales de que no eras lo suficientemente bueno o capaz. Como muchos padres, comenzaste a sentirte inseguro y a actuar en consecuencia. Y continúas aferrándote a esta creencia sobre ti mismo. Después de todo, si aceptaras lo contrario, tendrías que cuestionar por qué no has alcanzado tus deseos y por qué otros te tratan como si no fueras lo suficientemente competente. Finalmente, tendrías que dejar atrás tu narrativa de por qué no has creado una relación más sólida y amorosa con tus hijos y reclamar tu brillantez como padre, tu capacidad para amar, criar y guiar a tus hijos. ¿Y si hicieras eso? ¿Si renunciaras a la historia de ser indigno y admitieras que eres un padre brillante, amoroso, talentoso y capaz? Podrías sentir la tentación de ocultar este hecho por miedo a cómo te percibirán los demás, si no les agradarás como padre o si serás juzgado. Después de todo, ¿cómo te sientes con respecto a los padres que consideras amorosos, hábiles, dedicados y capaces? Si tienes creencias estereotipadas negativas sobre ellos, es probable que no desees ser como ellos, incluso si eso es precisamente lo que eres. Para ser tu yo auténtico como padre, con toda tu brillantez, amor, habilidad, dedicación y poder para influir positivamente en la vida de tus hijos, debes dejar atrás esas creencias limitantes y replantear tu forma de pensar sobre ti mismo. Puede parecer una propuesta aterradora verse a sí mismo bajo una luz tan diferente, pero al hacerlo, te permites desplegar todo tu potencial y vivir una vida paterna más auténtica y satisfactoria.
- Eres un hijo de Dios
Puedes sustituir la palabra «Dios» por «la vida» si te sientes incómodo con las religiones. Desvalorizas tu relación con la vida cuando no te muestras en toda tu gloria: brillante, talentoso, fabuloso, único y poderoso. Esto es un deber hacia la vida misma. No importa cómo interpretes esta afirmación, es importante entender que cuando no vives como un padre auténtico, te estás engañando pero sobre todo, estás engañando a tus hijos. En lugar de expresar tu brillantez, belleza, talento y poder como padre, prefieres ocultar quién eres. Lamentablemente, esta actitud te lleva a limitarte a ti mismo y a jugar en un nivel inferior. En lugar de asumir tu papel como el poderoso creador en la vida de tus hijos, permites que el miedo te impida expresarte plenamente, lo que también limita tu capacidad para conectar y para ejercer una influencia positiva en sus vidas.
- Jugar a ser pequeño no sirve al mundo.
Viniste a esta vida para ser un padre fabuloso. Tuviste hijos para enfrentar las lecciones de la vida y poder alcanzar tu máximo potencial y propósito como progenitor. Todos tenemos un propósito, aunque parezca modesto, como cuidar a nuestros hijos, apoyar a nuestra pareja o servir a los demás preparando alimentos simples. Fuiste creado para marcar la diferencia en la vida de tus hijos y en el mundo que los rodea. Realmente marcas la diferencia cuando te muestras como eres en realidad. Sin embargo, esto es imposible si te limitas a ti mismo. Para ser un gran padre, debes dejar de lado tus miedos y creencias sobre no ser lo suficientemente bueno, digno o merecedor. En cambio, debes creer en tu valía y en tu capacidad para ejercer un impacto positivo en la vida de tus hijos. Es hora de deshacerte de esas dudas porque no son ciertas. Fuiste creado para dejar brillar tu luz como padre y demostrar que tienes un poder ilimitado para amar y criar a tus hijos.
- No hay nada iluminador en encogerte para que otras personas cerca de ti no se sientan inseguras.
Todos estamos destinados a brillar, al igual que lo hacen los niños. Nacimos para manifestar la gloria que reside dentro de nosotros. Este potencial no está reservado solo para algunos, sino que está presente en todos nosotros. Cuando permitimos que nuestra propia luz brille, inconscientemente damos permiso a otros para hacer lo mismo. Al liberarnos del miedo, nuestra presencia automáticamente libera a los demás. Reconocer y vivir lo que Marianne Williamson describe en estos pasajes implica un crecimiento personal y espiritual significativo. A menudo, enfrentamos desafíos relacionados con el miedo, la dignidad y el merecimiento, o nos preocupamos por nuestro poder personal desde una perspectiva humana. Admitir que somos maravillosos hijos de la vida y permitir que nuestra luz brille para cumplir nuestro propósito requiere un esfuerzo continuo para crecer espiritualmente. Haz lo que sea necesario para mostrarte auténticamente en todo tu esplendor, con tus hijos y tu alrededor. Como señala Williamson, al dejar brillar nuestra luz, nos convertimos en modelos a seguir para otros, mostrándoles que también es seguro dejar brillar su propia luz.
Si te falta un sentido de propósito, permíteme sugerirte que este sea el tuyo: dejar que tu luz brille como una manera de inspirar y empoderar a quienes te rodean para que hagan lo mismo. Vuelve a leer la cita. Tómate un momento para reflexionar sobre las palabras de Marianne Williamson. Creo que su mensaje nos desafía a dejar de adoptar una mentalidad de víctima, a dejar de decirnos a nosotros mismos: «Soy inadecuado en cualquier sentido». En cambio, nos insta a reconocer nuestra verdadera naturaleza: somos luz y poderosos creadores. Te invito a leer esta cita con regularidad para recordarte la importancia de dejar brillar tu luz en el mundo. Y te animo a repetirte a diario estas palabras: «Soy digno y merecedor. Soy brillante, hermoso y fabuloso. Soy un ser lleno de luz y es hora de dejar que mi brillo resplandezca y vivir en grande». Inspira a tus hijos. Hazlo con tus hijos. Conoce quién eres y abraza esa identidad con confianza. No te limites para hacer sentir mejor a los demás. Permitámonos brillar y, al hacerlo, inspirar a otros a hacer lo mismo.
Si te has sentido identificado con las reflexiones sobre la paternidad y el poder que reside en cada uno de nosotros, te invito a sumergirte aún más en este viaje de autodescubrimiento a través de mi libro «Te Necesito«. En sus páginas, profundizo en el propósito de los padres, la importancia de la individualidad, y cómo podemos ser la mejor versión de nosotros mismos para nuestros hijos. Descubre cómo el ejemplo se convierte en nuestra mejor herramienta educativa y explora una variedad de reflexiones y experiencias que te inspirarán en tu camino como padre. ¡Dale una oportunidad a «Te Necesito» y lleva tu paternidad al siguiente nivel!.